Por el equipo editorial de Labmedica en español
Actualizado el 11 Mar 2011
Actualizado el 11 Mar 2011
La interacción entre diferentes especies de bacterias parece ser un mecanismo del Campylobacter jejuni para continuar viable y sobrevivir al oxígeno ambiental.
El C. jejuni es un bacilo Gram negativo micoraerofílico que produce diarrea febril o disentería; a menudo se observan vómito y sangre en las heces, con dolor abdominal agudo. La enfermedad es más común en niños y dura de uno a cuatro días.
Aunque las infecciones por Campylobacter rara vez ponen la vida en riesgo, debilitan en extremo al paciente y han sido asociadas con el desarrollo del síndrome de Guillain-Barré, una de las principales causas de parálisis no inducida por trauma en todo el mundo. La bacteria no crece bien a temperatura ambiente ni en ambientes oxigenados dado que se han adaptado bien a la vida en el intestino de animales y humanos. Sin embargo, normalmente es transmitida en carne de pollo contaminada, puesto que frecuentemente se encuentra en intestino de pollo, donde aparentemente no produce síntomas.
Científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria (Viena, Austria) descubrieron recientemente que las interacciones con otra bacteria permiten que el C. jejuni sobreviva en condiciones adversas y de oxigenación. El Campilobacter sobrevivió a niveles de oxígeno atmosférico durante no más de 18 horas al incubarlo solo o junto con bacterias como Proteus mirabilis, Citrobacter freundii, Micrococcus luteus o Enterococcus faecalis. Sin embargo, al incubarlo con varias cepas de Pseudomonas, se encontró que el Campilobacter sobrevivió mucho más tiempo, en algunos casos más de 48 horas, lapso suficiente para causar fácilmente una infección. Se utilizó un ensayo in vitro para probar la tasa de supervivencia de la bacteria.
Hubo diferencias en el grado de supervivencia según el origen del Campilobacter, pero todos los aislamientos de todas las cepas claramente sobrevivieron durante más tiempo en presencia de bacterias de Pseudomonas que al cultivarlas solas. Además las células de Campilobacter no cambiaron de forma al cultivarlas junto con Pseudomonas bajo condiciones ricas en oxígeno, al contrario de lo obtenido al cultivarlas puras, con lo cual se tiene evidencia de una interacción entre las especies. Es interesante que no haya evidencia de que la Pseudomonas se beneficie de la interacción, aunque efectivamente facilita la supervivencia del Campilobacter bajo condiciones adversas.
Esta comensalía microbiana varió para los aislamientos de C. jejuni de diferentes fuentes: los aislamientos de carne de pollo y de humanos en cultivo mixto con P. putida emplearon esta ayuda para su supervivencia mejor que los aislamientos fecales de pollos de engorde. La microscopía electrónica de barrido mostró el desarrollo de estructuras fibrosas de trenzas de células de P. putida y C. jejuni. Por lo tanto, parece que el C. jejuni microaerofílico logra sobrevivir a la presión de oxígeno ambiental por comensalía metabólica con especies de Pseudomonas. Esta interacción de bacteria, bacteria podría sentar las bases de la supervivencia del C. jejuni en carne de pollo y así ser el paso previo en la vía hacia la infección de humanos.
El C. jejuni es un bacilo Gram negativo micoraerofílico que produce diarrea febril o disentería; a menudo se observan vómito y sangre en las heces, con dolor abdominal agudo. La enfermedad es más común en niños y dura de uno a cuatro días.
Aunque las infecciones por Campylobacter rara vez ponen la vida en riesgo, debilitan en extremo al paciente y han sido asociadas con el desarrollo del síndrome de Guillain-Barré, una de las principales causas de parálisis no inducida por trauma en todo el mundo. La bacteria no crece bien a temperatura ambiente ni en ambientes oxigenados dado que se han adaptado bien a la vida en el intestino de animales y humanos. Sin embargo, normalmente es transmitida en carne de pollo contaminada, puesto que frecuentemente se encuentra en intestino de pollo, donde aparentemente no produce síntomas.
Científicos de la Universidad de Medicina Veterinaria (Viena, Austria) descubrieron recientemente que las interacciones con otra bacteria permiten que el C. jejuni sobreviva en condiciones adversas y de oxigenación. El Campilobacter sobrevivió a niveles de oxígeno atmosférico durante no más de 18 horas al incubarlo solo o junto con bacterias como Proteus mirabilis, Citrobacter freundii, Micrococcus luteus o Enterococcus faecalis. Sin embargo, al incubarlo con varias cepas de Pseudomonas, se encontró que el Campilobacter sobrevivió mucho más tiempo, en algunos casos más de 48 horas, lapso suficiente para causar fácilmente una infección. Se utilizó un ensayo in vitro para probar la tasa de supervivencia de la bacteria.
Hubo diferencias en el grado de supervivencia según el origen del Campilobacter, pero todos los aislamientos de todas las cepas claramente sobrevivieron durante más tiempo en presencia de bacterias de Pseudomonas que al cultivarlas solas. Además las células de Campilobacter no cambiaron de forma al cultivarlas junto con Pseudomonas bajo condiciones ricas en oxígeno, al contrario de lo obtenido al cultivarlas puras, con lo cual se tiene evidencia de una interacción entre las especies. Es interesante que no haya evidencia de que la Pseudomonas se beneficie de la interacción, aunque efectivamente facilita la supervivencia del Campilobacter bajo condiciones adversas.
Esta comensalía microbiana varió para los aislamientos de C. jejuni de diferentes fuentes: los aislamientos de carne de pollo y de humanos en cultivo mixto con P. putida emplearon esta ayuda para su supervivencia mejor que los aislamientos fecales de pollos de engorde. La microscopía electrónica de barrido mostró el desarrollo de estructuras fibrosas de trenzas de células de P. putida y C. jejuni. Por lo tanto, parece que el C. jejuni microaerofílico logra sobrevivir a la presión de oxígeno ambiental por comensalía metabólica con especies de Pseudomonas. Esta interacción de bacteria, bacteria podría sentar las bases de la supervivencia del C. jejuni en carne de pollo y así ser el paso previo en la vía hacia la infección de humanos.
El estudio fue publicado en la edición de octubre de 2010 de la revista Applied and Environmental Microbiology.
Es increíble como las bacterias que son solo microorganismos tienen la capacidad de modificar su ambiente para poder sobrevivir. Existen otro tipo de bacterias que al igual que el Campylobacter buscan de otros microorganismos para poder cambiar sus condiciones de requerimiento o inclusive son capaces de producir cambios en factores químicos también.
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